En la azotea del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB), ubicado en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, junto a la AP-7, hay un invernadero que, hasta hace algunas semanas, tenía albahacas y lechugas. Las hojas fueron recolectadas en Navidad y repartidas entre los 200 trabajadores del edificio. Ahora ha empezado la temporada de tomates. En este techo verde, que funciona desde hace diez años, un metro cuadrado equivale a 17 kilos de tomates.
Con ese dato, los científicos Diego Macall, ingeniero agrónomo y magíster en Economía Agrícola; Xavier Gabarrell, licenciado en Ciencias Químicas y doctor en Biotecnología; y Sergio Villamayor Tomás, especialista en Economía Ecológica, empezaron a hacer cálculos. ¿Cuántas azoteas hacen falta para cubrir la demanda de tomates de la ciudad?, se preguntaron. Tomaron como referencia los 437 edificios municipales, 65 hectáreas de superficie de tejados.
