La brecha digital es la diferencia que se da entre las personas que tienen acceso regular a la tecnología, incluyendo dispositivos tecnológicos como computadoras y acceso a internet, y las que no.
Se pueden diferenciar dos dimensiones a la hora de analizar y describir el fenómeno. Por un lado, la brecha digital puede considerarse desde una perspectiva horizontal, observando el fenómeno en su dimensión geográfica. Las diferencias a nivel mundial, tanto entre países como entre regiones, se manifiestan al comparar las posibilidades de acceso a la tecnología, la información y el conocimiento. Las zonas más pobres del planeta tienen cada vez más dificultades para acceder y usar la innovación tecnológica. A esto hay que sumar el diferencial de crecimiento que las TIC causan, agrandando la brecha de desarrollo entre países.
Por otro lado, la brecha digital también se puede considerar desde una perspectiva vertical, teniendo en cuenta la dimensión socioeconómica, en lo que podemos denominar brecha digital regional. Así, dentro de un mismo país o región existen diferencias en las posibilidades de acceso, utilización y aprovechamiento entre distintos tipos de individuos. Esta faceta del fenómeno está asociada a variables como la renta de los individuos y familias, la edad, el nivel de educación, la raza, el género y la residencia rural o urbana.
Tipos de brecha digital
Brecha de acceso. Relacionada con las posibilidades de acceso a la tecnología.
Brecha de uso. Referida a la falta de conocimientos y competencias digitales para poder manejar la tecnología.
Brecha de calidad de uso. Debida a la falta de conocimientos y competencias digitales para obtener el máximo provecho del uso de las tecnologías digitales.
Cómo reducir la brecha digital
- Inversión en infraestructuras. Si no existen infraestructuras digitales es imposible construir competencias digitales. Muchos países no tienen acceso a la red, y en otros casos, el acceso es muy limitado. Construir infraestructuras de calidad es uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la ONU.
- Educación digital. Desarrollar programas formativos para personas sin recursos o alfabetizar digitalmente a personas mayores y a otros colectivos.
- Favorecer el acceso a la tecnología. Medidas para facilitar el acceso a la tecnología, como acceso gratuito a Internet o aumento de la velocidad de conexión, entre otros.