El ecodiseño es una metodología de diseño que integra los aspectos ambientales en el proceso con el fin de reducir el impacto ambiental del producto o servicio generado.
Hasta el 80% del impacto ambiental que tendrá un producto se determina en la fase de diseño, según datos que recoge la Unión Europa. Fabricar productos más duraderos y que puedan ser reparados y reciclados fácilmente es uno de los principales desafíos del siglo XXI. Solo así se puede mitigar su impacto negativo en el medio ambiente y frenar la generación masiva de residuos.
Un diseño adecuado puede ayudar a reducir el impacto ambiental en todas las etapas de la vida del producto: desde la extracción de las materias primas, el transporte, la fabricación, la distribución y el uso hasta el fin de su utilidad para ser desechado.
¿Cuáles son los criterios para que un diseño sea ecológico?
Silvia Barbero y Brunella Cozzo en su libro «Ecodesign» proponen los siguientes principios para que un diseño sea ecológico:
1. Reducir materiales. Lo ideal es diseñar un producto optimizando la cantidad de material y energía que requiera. Además de proteger los recursos, también se reducirán las emisiones que se generan en su producción.
2. Diseño por desmontaje. Debe preverse que algún día el producto será reciclado y, por lo tanto, será necesario desmontarlo previamente. Deben evitarse formas o sistemas que dificulten su desmontaje además de facilitar el reconocimiento de cada uno de sus materiales a reutilizar o reciclar.
3. Monomaterialidad o biomateriales. Un sólo material simplifica el proceso de reciclado al final de su ciclo de vida, lo cuál también impone un gran reto para el diseñador. Por otro lado, el eco diseño también se rige por el uso de materiales “bio”, derivados de procesos naturales.
4. Durabilidad. Cuanta más vida útil posea, más respetuoso será con el medio ambiente al no ser sustituido. El uso de materiales duraderos es un principio básico del ecodiseño.
5. Multifunción, reutilización y reciclaje. Son conceptos muy similares pero no iguales.
– Multifuncional: sin modificarse puede tener varias funciones. Esto reduce sus posibilidades de convertirse rápidamente en un desecho.
– Reutilizable: Mediante algunas modificaciones de forma o estructura el objeto puede volver a ser útil.
– Reciclable: dependen mucho los materiales de fabricación ya que son estos son los que prolongan su vida útil.
6. Reducción dimensional. Un ecodiseño parte de las siguientes premisas: compactar, reducir y limitar el consumo a la hora de ser trasportado. Pensar inteligentemente en las dimensiones de un objeto ahorra material y consumo durante su viaje. A mayor número de productos enviados en cada viaje el gasto y el impacto ambiental será menor.
7. Diseño de los servicios. La idea es sensibilizar al usuario de manera consciente y sostenible partiendo de la necesidad de realizar una acción y no del deseo de posesión de un objeto.
8. Uso de la tecnología. Las nuevas tecnologías mejoran indudablemente la eficiencia de los productos. La oferta de diseño con un objetivo sostenible debe tener una visión creativa y vanguardista desde el punto de vista de la tecnología.
9. Disminuir las emisiones. El llamado “diseño sistémico” parte de la idea de crear nuevas formas de producción donde los ciclos industriales sean abiertos y estén relacionados con el fin de generar flujos de energías y materiales. Así todo tendrá un uso y el sistema será más estable a largo plazo.
10. Publicidad ecológica. Se trata de integrar como parte del diseño el mensaje de manera directa con el fin de difundir un pensamiento sostenible.