La huella de carbono nos ayuda a medir de forma simplificada las emisiones de gases de efecto invernadero directas e indirectas de las actividades humanas. Puede medirse tanto para particulares como para empresas u organizaciones.
La huella de carbono se mide en toneladas de CO2 emitidas y su unidad de medida es el dióxido de carbono equivalente (CO2e).
Dependiendo del tipo de actividad que mida la huella de carbono, podemos distinguir tres tipos de huella de carbono, considerando las emisiones de GEI en el periodo de un año:
- Huella de carbono de empresa
- Huella de carbono de producto
- Huella de carbono personal
Para calcular la huella de carbono personal se debe multiplicar el dato de consumo de la actividad por su factor de emisión, que dependerá del tipo de combustible, energía o la actividad considerada. La fórmula simplificada del cálculo de la huella de carbono es:
Dato Actividad x Factor Emisión = Huella de carbono
A la hora de calcular la huella de carbono personal hay que tener en cuenta diferentes datos como:
- Las emisiones directas: son los gases que están controlados por la persona (consumo de combustible de sus vehículos, combustibles fósiles consumidos por los sistemas de calefacción de los hogares).
- Las emisiones indirectas: son consecuencias de las actividades de la persona (fabricación de bienes y servicios consumidos por los hogares).
Los principales gases de efecto invernadero vertidos a la atmósfera por la actividad humana son: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), vapor de agua (H2O), óxido nitroso (N2O) y ozono (O3).