Levantarse al amanecer, darse una ducha, vestirse, desayunar, guardar el táper de la comida y salir hacia el trabajo una hora antes para poder llegar a tiempo. Esta es la rutina básica diaria para muchas de las personas que viven y trabajan en una gran ciudad, y a la que hay que sumarle atascos, transbordos, incidencias en el transporte público, temporales de nieve o lluvia…