Cien millones de servidores, un millón de kilómetros de cables. La información que estás viendo en la pantalla quizás ha pasado por Tokio. La red pesa, y mucho.
Internet funciona sobre un conjunto de redes de ordenadores interconectadas y con un idioma común que nos permite obtener muchos servicios, cada vez más. Por lo tanto, cuando hablamos de Internet y de la nube no nos referimos a algo inmaterial, sino a algo muy material y diseminado por el mundo, algo que consume recursos y genera residuos y emisiones contaminantes, también gases de efecto invernadero.