La concentración inmobiliaria es una realidad en España. Mientras que una parte importante de la población no cuenta con propiedades, otra acapara grandes carteras de inmuebles. Así, hace diez años, España contaba con 255.197 grandes tenedores, es decir, personas con más de diez edificaciones urbanas a su nombre. Una década después, la cifra asciende a más de 307.000, más de 50.000 nuevos grandes propietarios.