El turismo internacional genera cada año enormes sumas de dinero y mueve a millones de viajeros. En 2024, consolida su posición como uno de los principales motores de crecimiento económico a nivel global, contribuyendo al 9,1 % del PIB mundial.
Acaban de publicarse los datos sobre el sector turístico español, que muestran que 2024 cerró como el mejor año de su historia en cuanto a llegada de turistas internacionales y gasto turístico. El país recibió 94 millones de visitantes, un 10 % más que en 2023, mientras que el gasto turístico alcanzó los 126 000 millones de euros, con un aumento del 16 % respecto al año anterior.
Tras el parón provocado hace cinco años por la pandemia, los destinos considerados más seguros, entre ellos España, han experimentado una masificación aún mayor, marcando un claro contraste con el crecimiento a nivel global, donde el sector aún no recupera del todo sus cifras previas a 2020.
Sin embargo, este crecimiento exponencial plantea una pregunta ineludible: ¿a qué coste? Más allá de los indicadores de crecimiento económico, el turismo masivo está generando tensiones que afectan a las economías locales, la cohesión social y el medioambiente, problemas que rara vez aparecen reflejados en los balances oficiales.
