La economía de plataformas es la actividad económica y social facilitada por plataformas digitales o marcos tecnológicos. Por extensión, una plataforma también es un intermediario que reúne a grupos y promueve intercambios económicos y sociales.
El término engloba las plataformas de la economía colaborativa, la economía bajo demanda y la economía de acceso.
La clave de su definición se encuentra en la tecnología que utiliza, la plataforma digital, una herramienta que tiene la función de conectar individuos y organizaciones para un propósito común
Las plataformas digitales contribuyen a hacer los procesos más eficientes y reducen considerablemente los costes de transacción.
Con el uso de las plataformas se genera otro valor tanto o más importante: la gran cantidad de datos que recogen, y que sus gestores pueden usar como una lucrativa fuente de ingresos.
Otro elemento característico de las plataformas son los efectos de red referido al impacto que el número de usuarios de una plataforma tiene en el valor que crea esta plataforma para cada uno de los usuarios. Por ejemplo, cuanto más usuarios interesados en ver vídeos tiene una plataforma, más gente habrá interesada en colgar sus vídeos, de forma que se produce un fenómeno de retroalimentación positiva que hace que la plataforma cada vez sea mayor. Es por ello que aquellas plataformas que consiguen tomar la delantera en un mercado, acaban por dominarlo totalmente.
Por último, este efecto red permite poner en marcha modelos de negocio muy escalables y de rápido crecimiento.
Tanto los problemas de concentración derivados del efecto red como los de privacidad de los datos, hacen necesario un incremento de la regulación de las plataformas, sobre todo para proteger al usuario.