Sería necesario invertir 2,6 billones de dólares de aquí a 2030 para restaurar más de 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas y aumentar la resiliencia a la sequía. Esto se traduce en que se necesitan 1.000 millones de dólares diarios, según el último informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), publicado en el marco de la COP16 sobre desertificación que se celebra actualmente en Riad (Arabia Saudí).
Esa cifra (2,6 billones de dólares) equivale a lo que el mundo despilfarra cada año en subvenciones medioambientales perjudiciales, según otro reciente informe elaborado por Earthtrack. Desde el organismo de la ONU recuerdan que invertir en la restauración de tierras mejorará servicios ecosistémicos como el secuestro de carbono, la conservación de la biodiversidad y la gestión del agua, desempeñando un papel crucial en la mitigación del cambio climático.
