La mayoría de las emisiones netas fueron generadas por el transporte aéreo y el uso de vehículos privados por parte de los viajeros.
Las emisiones de CO2 asociadas al turismo mundial crecen al trepidante ritmo del 3,5% anual, más del doble de la tasa de crecimiento de la economía mundial, y alcanzaron las 5,2 gigatoneladas de CO2 en 2019, lo que equivale al 8,8% de las emisiones mundiales totales de gases de efecto invernadero.