La huella hídrica (HH) es un indicador medioambiental que mide el volumen de agua dulce (litros o metros cúbicos) utilizado a lo largo de toda la cadena de producción de un bien de consumo o servicio. Se puede emplear para medir el consumo de agua de casi cualquier cosa, desde la fabricación de unos pantalones hasta el consumo total de un país, pasando por una cosecha o por las actividades anuales de una compañía.
Existen tres tipos de huella hídrica en función de la fuente de la que proviene el agua:
1. La huella hídrica azul es un indicador del uso consuntivo de la denominada “agua azul”, es decir, del agua dulce superficial o subterránea. O, lo que es lo mismo, el volumen de agua dulce consumida de las aguas superficiales (ríos, lagos y embalses) y subterráneas (acuíferos).
2. La huella hídrica verde es un indicador del uso que hacen los seres humanos de la llamada agua verde, que se refiere a las precipitaciones terrestres que no se transforman en escorrentía ni en aguas subterráneas, sino que se almacenan en el suelo o se quedan de forma temporal en la superficie del suelo o de la vegetación. O dicho de otra forma, atiende a la evaporación que se experimenta durante los procesos.
3. La huella hídrica gris se define como el volumen de agua dulce que se necesita para asimilar la carga de contaminantes basado en las concentraciones en condiciones naturales y en las normas o legislación de calidad ambiental del agua existentes. En resumen, al agua que se contamina como resultado de los procesos.