La justicia climática es el reconocimiento de que el cambio climático no afecta a todos por igual. La justicia climática tiene que ver con la equidad económica, la seguridad y la igualdad de género y, desde esta mirada, se busca dar solución a las desigualdades que generan las causas y las consecuencias de la crisis climática entre las personas y grupos de personas. Las personas jóvenes, las mujeres, las comunidades menos desarrolladas que viven en países en desarrollo se encuentran entre los menos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo pero tenderán a sufrir los peores efectos del calentamiento global y el cambio climático.
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