El riesgo de pobreza y exclusión social en España afecta a 12,7 millones de personas. Las familias monoparentales, los jóvenes, los niños y las mujeres son los principales perjudicados por esta vulnerabilidad social. Tienen mayor riesgo de vivir ahogados por el alto coste de la vivienda y de sufrir carencia material y social severa. El precio medio del alquiler, desde 2014, se ha incrementado cerca de tres veces más de lo que lo han hecho las rentas reales por persona. El año pasado, la tasa de pobreza entre quienes vivían arrendados a precio de mercado duplicó a la de quienes disponían de una vivienda en propiedad, alcanzando el 33,1% frente al 15,8%.