El coche es el medio de transporte más privilegiado en ciudades y pueblos (ocupa el 68% del espacio público en las urbes españolas), por lo que mucha gente se deja llevar y lo usa por costumbre sin plantearse otras alternativas. Un pequeño distrito rural de Suiza ha lanzado un programa piloto denominado “Un mes sin mi coche” para que los ciudadanos prueben a desplazarse de otra manera durante 30 días: los voluntarios se comprometen a dejar aparcado su vehículo privado y a cambio se les facilita gratuitamente el abono de transportes, bicicletas eléctricas o coches eléctricos de carsharing. “Ahora tengo la sensación de aprovechar más el tiempo”, dice Philippe Pillonel, uno de los participantes de la iniciativa, que se extenderá a otras zonas del país. Los expertos señalan que es una buena forma de transformar las dinámicas de movilidad de la población.