La soledad afecta a aproximadamente una de cada doce personas en el mundo, sin distinción de fronteras ni diferencias culturales. Según la última encuesta realizada en Europa, hasta el 13 % de los entrevistados dijeron sentirse solos la mayor parte del tiempo durante las cuatro semanas anteriores al momento en que les plantearon la pregunta.
Si nos fijamos en el contexto específico de España, por ejemplo, las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que más de dos millones de personas mayores de 65 años viven actualmente sin compañía. Estos datos, además, subrayan una brecha de género significativa: 44,1 % de las mujeres mayores de 85 años están solas, frente al 24,2 % de los hombres.
Esta circunstancia no solo impacta en el bienestar emocional, sino que también se erige como un problema de salud pública que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y mentales.