El tercer sector es el conjunto de entidades (asociaciones, fundaciones, etc.) que no siendo ni públicas, ni teniendo ánimo de lucro, se ocupan de realizar proyectos de acción social, o defender intereses de colectivos de cualquier tipo (asociaciones culturales, deportivas, de consumidores, de antiguos alumnos, etc.). Ello mediante el recurso a profesionales y voluntarios.
El Tercer sector es muy difícil de encasillar en una definición, ya que se delimita por la negación de lo que no es público o de lo que tiene ánimo de lucro, dedicando sus fines a una causa social.
Las características básicas de las organizaciones del tercer sector son:
- Tienen personalidad jurídica propia. Están formalmente constituidas como asociaciones, fundaciones, entidades religiosas, cooperativas de iniciativa social o bien empresas de inserción.
- No poseen ánimo de lucro y tienen carácter altruista: reinvierten sus beneficios en la actividad social que desarrollan.
- Su misión está orientada a la inclusión social de colectivos vulnerables.
- Desarrollan sus actividades de acción social siguiendo los principios de proximidad al territorio o el entorno.
- Garantizan la participación democrática en su seno.
- Actúan de modo transparente, tanto en el desarrollo de su objeto social como en el funcionamiento, gestión de sus actividades y rendición de cuentas.
- El voluntariado es parte fundamental para la consecución de sus objetivos. Personas que ceden su tiempo, conocimientos, así como parte de sus recursos económicos para ello.
Las organizaciones del tercer sector desempeñan un papel crucial en el diseño y la ejecución de políticas contra la pobreza y la exclusión social, si bien sus ámbitos de intervención van más allá: sociales, educativos, sanitarios, humanitarios, medioambientales, protección animal, cooperación internacional, culturales, deportivos, artísticos…
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