Economía naranja

La economía naranja, también conocida como economía creativa, guarda una íntima relación con la innovación y el emprendimiento, y aglutina los bienes y servicios culturales en base a tres sectores distintos: las artes y el patrimonio, las industrias culturales y las nuevas tecnologías. Cuenta con una extensa y compleja cadena de producción en la que participan creadores de contenidos, productores, colaboradores y distribuidores (Heras, 2021). La propia ONU reconoce que la economía naranja o creativa “puede contribuir a las tres dimensiones del desarrollo sostenible y al logro de la Agenda 2030, entre otras cosas fomentando el crecimiento económico y la innovación, erradicando la pobreza, creando empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos, mejorando la calidad de vida y el empoderamiento de las mujeres y las personas jóvenes y reduciendo la desigualdad en los países y entre ellos” (ONU: Asamblea General, 2020).

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